jueves, 23 de febrero de 2017

La Columna de Luis Godofredo Pichardo




Burbuja católica La corrupción sigue contaminando el Vaticano

Ni siquiera el Vaticano, el gobierno de la Iglesia católica queda eximido de culpa, por el contrario, el latrocinio allí es tan grande y extendido, que el papa Francisco parece anonadado por el cumulo de denuncias que se filtran desde el encierro de los tesoros del Estado eclesiástico.
Francisco, el  Obispo de Roma,  con un estilo único, reformista y
Estos edificios son parte del complejo principal del Vaticano en Roma
moralista, denuncia la perversidad de la corrupción,  pero su presencia e influencia,  al parecer no logran decapitar el monstruo de la corrupción y el latrocinio imperante detrás de las paredes de los milenarios castillos,  propiedad de la Iglesia,  en la ciudad eterna.
Pero en el caso del Vaticano,  no es sólo la corrupción y el robo de la riqueza de la Iglesia, sino que va más allá  de la perversidad y la deshonestidad: y existe al parecer, una cultura de abusos,  en diversas direcciones de la administración vaticana  que salpica no sólo  la vida que se desarrolla en el territorio vaticano, sino en el dominio mundial de la Iglesia católica, y mientras en unas Diócesis  y Arquidiócesis se denuncia latrocinio, en otras se testimonian abusos sexuales a menores y delitos que atentan contra la moral de la Iglesia y su doctrina social y religiosa.
El Vaticano es el territorio más pequeño que ocupa un Estado autónomo e independiente en el mundo, pero su influencia y poder supera a la mayor parte de las naciones del planeta. .
Papa Francisco preocupado por la corrupción en el Vaticano
¿La riqueza incalculable del Vaticano  beneficia a las Diócesis del mundo católico?
Definitivamente no. Pues las iglesias locales se mantienen con sus propios recursos provenientes de las contribuciones de los laicos y de instituciones públicas y privadas que donan dinero y propiedades inmobiliarias.
Se piensa muchas veces que con la contribución que hacen los fieles católicos no es suficiente para costear los gastos internos de las parroquias locales  y sus catedrales, pero como las contribuciones son permanentes y los contribuyentes ricos y pobres, al juntar ambas contribuciones se logra un financiamiento suficiente y eficiente para el ejercicio económico-admnistrativo de cada Diócesis, o en su lugar de cada parroquia.
Es cierto, que hay parroquias muy empobrecidas, pero también las hay que son muy   protegidas de los  contribuyentes que pueden aportar una cantidad de dinero suficiente para un buen manejo administrativo, salvo que encontremos  a párrocos, obispos y arzobispos que quieran llevar una vida de ricos sin tener riquezas.
Un buen ejemplo de la riqueza particular de algunos dignatarios de nuestra Iglesia en América Latina y el área de El Caribe, son las grandes mansiones privadas donde residen, los automóviles de lujo que adquieren para su labor cotidiana y las grandes porciones de tierras que poseen.
Este es un tanque y símbolo que dan la bienvenida a Santiago de los Caballeros, y es también símbolo del bienestar de un ex rector de la Ucamaima
No es un secreto para nadie  el estilo de vida de muchos obispos que se dan una vida de lujo, y que además, poseen grandes riquezas. Tampoco es una exclusividad de una región o nación en particular, el glamour y la actividad social se advierte a simple vista y en forma especial cuando participan de actividades sociales.
Se sabe que en México, España, Colombia, Brasil, Venezuela  y otras naciones donde la Iglesia mantiene su jerarquía,  sus obispos son grandes poseedores de riqueza, aunque también se sabe de sacerdotes que llevan una vida de sacrificios y de mucha pobreza, lo mismo ocurre en cada nación del hemisferio occidental, en la región de El Caribe y en otros lugares del mundo,  por muy lejanos que éstos se encuentren del gobierno vaticano.
Pero esa no es la Iglesia que desea Jesucristo, el Padre celestial quiere sacerdotes que salgan a la calle y conversen con los fieles (laicos) e interactúen con ellos, que abandonen el púlpito y que se mezclen con el resto de los cristianos, especialmente de la comunidad católica.
Otro ejemplo,  es el que se ofrece en la República Dominicana, una Iglesia local que aparenta ser pobre, pero que no lo es, un solo sacerdote, que fue rector de la Universidad Católica de Santiago,  se le atribuye poseer bienes incalculables que fueron adquiridos por influencia de su cargo, o por donaciones que el solicitó, pero se afirma en medios locales que es propietario de tantos bienes que posiblemente hasta él lo ignore la cantidad.
El caso  también del renunciante Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, se le atribuye una riqueza inmensa  bienes raíces que mjultiplica los millones El último episodio en la misma dirección de  la Iglesia local  dominicana fue que  solicitó al Gobierno terrenos en los   predios del Consejo Estatal del Azúcar (CEA),
Esta catedral construida en 1498 ha sido remodelada varias veces con dinero de los contribuyentes dominicanos, es la la cabeza principal del catolicismo en Santiago, RD.
 El Estado le donó una gran cantidad de tareas, pero testaferros del mismo gobierno quisieron arrebatarles el terreno a la Iglesia y ésta llena de sabiduría,  decidió negociar, entregó la mitad a los corruptos que la reclamaban y se quedó con la mitad, dígame usted si este no es un buen negocio, se prefiere perder el 50%, pero se preserva el resto.@

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